Eduardo Brik
Las parejas transculturales o mixtas, constituyen una realidad tangible en la sociedad multicultural que está emergiendo. 14.000 matrimonios transculturales registrados en España en el último año, así lo atestiguan. Estas cifras no incluyen las parejas de hecho, pero suponemos que su número puede llegar a ser muy superior al de los matrimonios anteriormente citados.
Podemos definir que una pareja es transcultural o mixta, cuando entre sus miembros existen diferencias culturales significativas: nación, religión, lengua o etnia.
También podemos denominar parejas transculturales o mixtas cuando entre ambos miembros de una pareja pertenecientes a una misma comunidad de origen, existen diferencias significativas en las prácticas de género, pertenencias políticas, estrato social, costumbres y otras. Estableciendo una mirada más compleja en este tipo de parejas podemos imaginarnos qué sucede o qué puede suceder cuando existe una combinación de uno o varios factores de la primera definición con uno o varios factores de la segunda.
Para comprender este complejo fenómeno, estamos obligados a elegir una definición de cultura dentro de las múltiples definiciones existentes. Parafraseando a Clifford Gertz, antropólogo construccionista, definiremos cultura como el "conjunto de conductas adaptativas y formas de ver el mundo compartidas, las cuales provienen de ser miembro simultaneo de distintos contextos".
Eduardo Brik define 26 contextos diferentes de pertenencias culturales, entre los cuales se encuentran: escenario ecológico (rural, suburbano y urbano); ideología política; educación y práctica religiosa; clase social; identificaciones y prácticas vinculadas al género; ocupación; afiliación deportiva o musical; etc.
La inclusión y/o cambio de los distintos contextos culturales se debe esencialmente a una necesidad individual o colectiva de adaptación al medio. Las nuevas realidades culturales que construimos o que asumimos conviven, contradicen o superan las realidades culturales anteriores, lo cual va a influir en nuestras conductas, en nuestras emociones y en las relaciones que establezcamos. Ya no podemos definir como hacíamos antes, que la cultura de uno es equivalente a una nación, una lengua, un territorio o una ideología. La diversidad cultural en nuestras identidades es lo dominante. Esto mismo sucede en las parejas trasculturales o mixtas.
Es fundamental que el profesional o psicoterapeuta profundice en qué significación tiene para cada miembro de la pareja estas pertenencias culturales y cómo influyen en la organización y en la vida de la pareja. Este análisis nos va a permitir, tener en cuenta o no, él o los factores culturales como motivo de encuentro, intercambio o simplemente desencuentro de la pareja.
De acuerdo a la idea de cultura expuesta y a la conflictividad que se pueda derivar de los aspectos culturales significativos en cada individuo y pareja, podríamos plantear como concepto novedoso la existencia de distintos tipos de parejas biculturales o mixtas:
- Pareja bicultural 1: Aquellas en las cuales la etnia y/o religión, son diferentes.
- Pareja bicultural 2: Aquellas en las que la nacionalidad y/o el idioma son diferentes
- Pareja bicultural 3: Aquellas en las que las diferencias culturales dentro de una misma comunidad de origen son significativas.
- Pareja bicultural 4: Aquellas parejas biculturales 1 y/o 2 en las que están presentes las características de la pareja bicultural 3.
Aparte de la tipología descrita anteriormente también hay que tener en cuenta a la hora de intervenir en parejas trasculturales o mixtas, si estamos ante un matrimonio trascultural de primera generación o de segunda generación, es decir, en la que uno o ambos miembros de la pareja son hijos de parejas trasculturales o mixtas, dado que los niveles de integración o asimilación al medio van a ser diferentes entre estos dos últimos grupos.
El aumento del número de parejas trasculturales o mixtas obedece tanto al nuevo fenómeno migratorio como a la posibilidad de intercambios que ofrecen las nuevas tecnologías y a una idea de mayor libertad en la formación de las parejas, unidas por el amor más que por la influencia de las familias, de la comunidad o de la religión entre otros.
La pareja como instancia central del individuo es una construcción social de su realidad exterior y un lugar importante de su realidad interior. Quiénes somos, qué hacemos, hacia dónde vamos y si seremos reconocidos socialmente son interrogantes de todas las parejas hoy y, en particular, de las parejas trasculturales. La identidad de la pareja ya no es una idea estática sino que es algo dinámico y cambiante y está obviamente muy ligada a las diferentes pertenencias culturales de sus miembros. En la pareja actual todo es cambiable, negociable, dialogable o modificable. De no ser así la continuidad de la pareja estaría en peligro.
En las primeras etapas de la relación, las parejas trasculturales o mixtas evocan sentimientos en su comunicación de un intenso y duradero presente, en el cual el pasado y el futuro parecen ser irrelevantes, mientras que posteriormente, y ya en una segunda etapa satisfactoria de la vida de la pareja, sí se puede hablar de las pertenencias culturales negadas sobre su pasado e incorporarlo con el otro en una mutua adaptación. Finalmente en una tercera etapa de evolución satisfactoria para la pareja, las pertenencias culturales están ya incorporadas y no son fuentes de conflicto. Para un funcionamiento adecuado de los matrimonios trasculturales obviamente, deberá haber un reconocimiento y un respeto hacia el otro, un reconocimiento de la otredad y un intento intercultural de incorporar algunos aspectos de la cultura del otro. No es suficiente leer un libro, conocer la gente, el idioma, país o religión del otro, pero sí es una aproximación a entender su realidad y a colocarse "en los zapatos del otro".
La interculturalidad o trasculturalidad comienza a ser una forma de vida natural para amplios sectores de la población, en especial para jóvenes que ven en el contacto con el
otro diferente, no sólo una opción de unión amorosa, sino una oportunidad de crecimiento y felicidad individual y compartida.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ELECCIÓN DE UNA PAREJA TRASCULTURAL
§ Aceptación de una nueva forma de entender y vivir en un mundo intercultural.
§ Seducción por la diferencia o facilidad personal para el intercambio relacional con mundos y situaciones diferentes.
§ Escape de problemas familiares específicos en las familias de origen.
§ Escape de una cultura represiva y rígida (por lo tanto "haré lo contrario")
FACTORES DE PROTECCIÓN DE LAS PAREJAS TRASCULTURALES
Estos factores deberán ser tenidos en cuenta en Psicoterapia de Pareja a fin de ayudar a preservar la continuidad de las parejas trasculturales o mixtas. Entre otros factores, aparecen:
§ Respeto, tolerancia de las creencias, ideas, prácticas o estilos de vida del otro evitando hacer juicios de valor sobre los mismos. En caso de discusión evitar arrojar los platos culturales sobre el otro.
§ Poder hablar de las diferencias no en tono acusatorio.
§ Incorporación de algunas pautas o formas de la otra cultura.
§ Promover viajes al país del otro y encuentros con familiares.
§ Acordar tipos de ceremonia o festividades a celebrar y tipo de educación que recibirán los hijos.
FACTORES DE VULNERABILIDAD DE LAS PAREJAS TRASCULTURALES
El conocimiento de los factores de vulnerabilidad nos permite focalizar nuestra intervención en los posibles puntos conflictivos y prevenir de esta forma conflictos mayores.
Entre otros citaremos los siguientes:
1.-Escaso o inexistente apoyo familiar, lo que nos obligará a buscar otras redes de apoyo.
2.-Dependencia simbiótica de la pareja. Intervendremos para lograr un mayor nivel de diferenciación en la misma.
3.-Escasa individualización de uno o ambos miembros de la pareja de sus familias de origen. Trabajaremos la
relación de pareja como la relación de cada individuo con su familia de origen a fin de lograr una mayor diferenciación de la misma.
4.-Conflictividad entre los miembros de la pareja en torno a diferencias culturales. Favorecemos el dialogo sobre las mismas y la negociación de los diferentes puntos de vista.
5.-No regularidad legal o paro de uno de los miembros de la pareja.
6.-Trabajar en trabajos no deseados, y de menor estatus que los que hacían en su sociedad de origen.
ASPECTOS A VALORAR EN EL ENCUENTRO TERAPEUTICO
No hace falta ser antropólogo cultural para tratar parejas mixtas o trasculturales pero para trabajar con inmigrantes o población trascultural deberemos conocer tanto conceptos básicos sobre inmigración, como los últimos avances en Terapia Sistémica con inmigrantes.
Conceptos como aculturación, integración, asimilación, interculturalidad, multiculturalismo, segregación, ghetización o identidad cultural y otros deberán ser familiares para la intervención, y de igual manera, el terapeuta deberá tener conocimiento sobre las políticas de inmigración vigentes. Estos elementos son claves y facilitadores para trabajar en éste área.
Los profesionales en Salud Mental, en Trabajo Social y en los Centros de Atención a Inmigrantes deberán asumir unos criterios mínimos comunes para lograr un mayor contacto con la relación intercultural. Estos elementos son:
1. Tolerancia de las diferencias.
2. Diálogo e intercambio cultural, reconociendo y apreciando las auténticas diferencias entre culturas.
3. No imponer en la relación la cultura etnocéntrica como superior a la cultura asistida.
4. Entender la cultura y la identidad como conceptos dinámicos y cambiantes.
5. Comprender que cada cultura tiene puntos de enlace con otras culturas
6. Respeto a los derechos de las minorías.
7. Conocimiento de recursos psicosociales existentes.
Será importante reflexionar sobre algunos aspectos que pueden afectar en las terapias a las parejas y a las familias y, a su vez observar cómo y cuánto estamos de reflexivos o receptivos a incorporar nuevas ideas o conceptos.
Como parte de la terapia, el profesional debe conocer la historia antropológica de cada uno de los miembros de la pareja, pero no debe dejarse seducir por dicha información ya que el terapeuta no está en una posición neutral, culturalmente hablando. El genograma intercultural de ambos miembros de la pareja es de gran validez para el trabajo terapéutico.
Como terapeutas debemos reflexionar acerca de cómo los diferentes aspectos e identidades culturales que poseemos pueden afectar a la terapia, más allá de observar perfiles de personalidad o interacciones familiares, es decir, roles, límites, jerarquías, normas.
Debemos analizar cuáles son nuestros puntos de identificación cultural con la pareja asistida, cuáles son nuestras diferencias y a su vez, ver si éstas son vividas como antagónicas o simplemente que tenemos prejuicios, lo que va a perjudicar el tratamiento, en tanto que no se pueda profundizar sobre ello. Temas nucleares como: sexualidad,
costumbres, ideas sobre los prejuicios existentes acerca de los emigrantes y, en especial, prejuicios en relación a determinados colectivos o discriminación sobre raza o religión. No es lo mismo abordar un matrimonio trascultural donde uno de sus miembros proviene de un país de la Unión Europea como abordar un matrimonio en donde uno de sus miembros proviene de un país árabe, por ejemplo.
Elizur y Minuchin (1989) definen que todo encuentro terapéutico es un encuentro intercultural en el que influyen como vemos en el grafico, diferentes aspectos. Este ejemplo gráfico refleja las diferentes influencias culturales (aspecto anteriormente tratado):
(Cultura o Etnicidad (Cultura o Etnicidad
Familia de Origen) Familia de Origen)
Hombre Mujer Cultura o Etnicidad
Familia de Origen
Hijo Terapeuta Cultura dominante:
(Cultura dominante convicciones y responsabilidad legal y
agente de stress) social del terapeuta
Según mi experiencia, en la atención a parejas trasculturales o mixtas, existen diversas situaciones culturales que van a crear conflicto en la relación de pareja y que pueden ser motivo de consulta. Entre ellas destacan:
1. Problemas en la pareja vinculados a la no separación de las familias de origen por parte de uno de los miembros.
2. Problemas de pareja no resueltos en el matrimonio de uno de los padres.
3. Responsabilidad particular ante un problema no resuelto entre los padres en la familia de origen y su no confrontación va a retrasar o dificultar su diferenciación.
4. Rechazo de una o ambas familias de origen a la formación o a la continuidad de la pareja por negación de la otra cultura o simplemente por racismo.
5. Evitación de los problemas culturales a través de conflictos que aparecen en la relación.
En el trabajo con parejas o familias trasculturales, los profesionales deberemos abordar en la intervención si estamos frente a un problema originado por la diferencia en la relación de pareja o por un choque cultural. Además debemos añadir si estamos frente a una crisis adaptativa o si estamos frente a una situación de crisis estructural, es decir, de cómo fue conformada la pareja, desde un comienzo hasta el presente en el cual pudieran existir trastornos de personalidad de uno de los miembros, enfermedad crónica, estructura de pareja desigual, es decir, con dominio de uno sobre el otro, situación que ahora quiere cambiar.
Otro elemento importante para evaluar y trabajar en esta área, es si estamos ante una pareja en la que uno de los miembros se encuentra aún en el proceso atravesando el "duelo migratorio" o "la pérdida ambigua".
La utilización de rituales, metáforas, esculturas y role-playing, son medios terapéuticos eficaces que ayudan en el trabajo psicoterapéutico con inmigrantes.
CONCLUSIÓN
La pareja bicultural, como una expresión muy elevada del amor romántico, es una unión conspirativa contra la sociedad, no conoce ni límites ni leyes ni clases. Es un desafío al tipo de destrucción de vínculos amorosos que genera la globalización económica. No es un amor tradicional o formal, sino emocional e individual de a 2. Proviene de los esfuerzos y las esperanzas de los individuos y no de instancias superiores.
La Psicoterapia Trascultural Ecosistémica está interesada en tratar los problemas que surgen en la parejas trasculturales, derivados de la influencia que tienen los factores culturales en la relación de pareja. Debemos conocer:
§ Factores predisponentes que llevan a la elección de dichas parejas.
§ Factores protectores.
§ Factores de vulnerabilidad.
Debemos tener presente que en una pareja trascultural o mixta, al igual que en las otras parejas actuales nuestra mirada compleja deberá tener en cuenta los aspectos de atracción sexual, el respeto igualitario a las prácticas de género, una adecuada expresión de sentimientos, un nivel elevado de la comunicación, un respeto y tolerancia al otro, una idea de monogamia o al menos de monogamia en serie y una idea de fidelidad. Todos estos elementos pueden ser claves para lograr una "pareja feliz".
La significación que va a tener cada uno de estos elementos será diferente para cada persona y para cada cultura.
El terapeuta que atiende población trascultural debe tener un conocimiento de las culturas a las que está asistiendo a través de lecturas, videos, reuniones con los colectivos trasculturales, a fin de conocer tanto sus rituales, sus tradiciones y la significación de constructos de identidad que poseen los mismos. Entre ellos también hay que observar el tema del idioma, que puede suponer un acercamiento o una barrera para la comunicación terapéutica.
Los profesionales, desde una óptica sistémica, deberán manejar conceptos claves sobre migración a fin de observar en qué situación o proceso de la migración se encuentran las personas asistidas, dado que esto contribuirá a un mejor entendimiento de la problemática actual de la pareja.
El encuentro terapéutico estará basado en un trípode compuesto por:
§ La cultura o Etnicidad de cada miembro de la pareja,
§ La relación que van a tener los diferentes elementos culturales de cada uno para con el otro.
§ La cultura y Etnicidad del terapeuta y cómo ello juega en la relación terapéutica con cada uno y con ambos miembros de la pareja.
Todos los profesionales sistémicos que estamos en el campo de la migración debemos tener presente que no existe una receta única para trabajar con estas parejas y que ampliar el punto de mira ecosistémico a la Terapia Familiar nos va a permitir formarnos y trabajar de manera más eficaz.
"Sólo el dialogo permanente sobre el estado de la pareja,
un refuerzo recíproco de los aspectos positivos y una buena disposición a los cambios conducen a la felicidad de la pareja"
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· VV.AA (1988) La interculturalidad que viene. Ed. Icaria.
Hola:
ResponderEliminar¿Cómo me puedo poner en contacto con Eduardo Brik? Muchas gracias.