Diario Médico
Los profesionales especializados
en salud mental, migración
y transculturalidad
deben recibir formación para
atender la demanda psicológica
de los inmigrantes,
que suele producirse por un
proceso de reagrupación familiar,
según ha explicado a
DM Eduardo Brik, presidente
de la Asociación Española
de Estudios Migratorios y
Psicoterapia Transcultural.
La agrupación familiar
engloba el periodo de tiempo
desde que se inician los
trámites legales para traer al
país de residencia a la familia
que aún vive en el de origen,
y se prolonga durante
la integración en el país de
acogida. Los problemas psicológicos
más frecuentes
que aparecen son incertidumbre
por la decisión, culpa
por la separación, temores
y dificultades ante el reencuentro,
problemas para
adaptarse de nuevo al papel
de padre y rechazo hacia los
padres. "Muchos son adolescentes
que han vivido varios
años sin sus padres y se han
educado bajo unas pautas
sin normas, o por el contrario,
con un exceso de rigidez".
También pueden surgir
problemas en los estudios,
variabilidad en los estados
de ánimo y trastornos del
comportamiento. Para evitarlos,
la asociación, con la
colaboración de la Fundación
Pfizer, ha puesto en
marcha el Programa de Intervención
Transcultural Psicosocial
y Psiquiátrica a mujeres y
familias inmigrantes en proceso
de reagrupación familiar.
Su objetivo es diagnosticar y
proporcionar tratamiento
psicológico a los inmigrantes
que muestren sintomatología
derivada del proceso de
reagrupación para prevenir
situaciones de riesgo.
Adaptación
"Las condiciones de reagrupación
en la mayoría de los
casos no son las más idóneas,
y de ahí los problemas
que originan. Hay que contemplar
que el duelo migratorio
hay que procesarlo y es
parte de la adaptación, especialmente
al romper el vínculo
con los familiares que
se han ocupado de los menores
en los países de origen".
También pueden producirse
problemas entre las parejas
que no se adaptan porque "la
aculturización en el país es
diferente respecto al que llega
y al que vino antes". Las
diferencias entre los miembros
de la pareja y los cambios
en sus papeles sociales
pueden degenerar en maltrato
psicológico, en amenazas
o en violencia.
La psicoterapia transcultural
ayuda a abordar los
problemas de la inmigración
desde la aculturación,
la integración y el deseo de
integrarse. Esta disciplina
"bebe de la terapia familiar
sistémica, de elementos de
la psicología autóctona, de
los modelos estratégicos y
de la terapia comunicacional
y en red, y los integra
dando una relevancia al tema
cultural. Se trata de un
modelo que permite abordar
al individuo desde el
ángulo cultural y contextualizándolo
en el entorno
más próximo".
Así se realizan
terapias familiares, de
pareja, y grupales en las
que se les psicoeduca en los
procesos inherentes del estrés,
de la aculturación, de
la migración y de la reagrupación.
Al incorporar la
idea cultural se cuenta con
otra perspectiva del problema
y se buscan soluciones.
Los profesionales especializados
en salud mental, migración
y transculturalidad
deben recibir formación para
atender la demanda psicológica
de los inmigrantes,
que suele producirse por un
proceso de reagrupación familiar,
según ha explicado a
DM Eduardo Brik, presidente
de la Asociación Española
de Estudios Migratorios y
Psicoterapia Transcultural.
La agrupación familiar
engloba el periodo de tiempo
desde que se inician los
trámites legales para traer al
país de residencia a la familia
que aún vive en el de origen,
y se prolonga durante
la integración en el país de
acogida. Los problemas psicológicos
más frecuentes
que aparecen son incertidumbre
por la decisión, culpa
por la separación, temores
y dificultades ante el reencuentro,
problemas para
adaptarse de nuevo al papel
de padre y rechazo hacia los
padres. "Muchos son adolescentes
que han vivido varios
años sin sus padres y se han
educado bajo unas pautas
sin normas, o por el contrario,
con un exceso de rigidez".
También pueden surgir
problemas en los estudios,
variabilidad en los estados
de ánimo y trastornos del
comportamiento. Para evitarlos,
la asociación, con la
colaboración de la Fundación
Pfizer, ha puesto en
marcha el Programa de Intervención
Transcultural Psicosocial
y Psiquiátrica a mujeres y
familias inmigrantes en proceso
de reagrupación familiar.
Su objetivo es diagnosticar y
proporcionar tratamiento
psicológico a los inmigrantes
que muestren sintomatología
derivada del proceso de
reagrupación para prevenir
situaciones de riesgo.
Adaptación
"Las condiciones de reagrupación
en la mayoría de los
casos no son las más idóneas,
y de ahí los problemas
que originan. Hay que contemplar
que el duelo migratorio
hay que procesarlo y es
parte de la adaptación, especialmente
al romper el vínculo
con los familiares que
se han ocupado de los menores
en los países de origen".
También pueden producirse
problemas entre las parejas
que no se adaptan porque "la
aculturización en el país es
diferente respecto al que llega
y al que vino antes". Las
diferencias entre los miembros
de la pareja y los cambios
en sus papeles sociales
pueden degenerar en maltrato
psicológico, en amenazas
o en violencia.
La psicoterapia transcultural
ayuda a abordar los
problemas de la inmigración
desde la aculturación,
la integración y el deseo de
integrarse. Esta disciplina
"bebe de la terapia familiar
sistémica, de elementos de
la psicología autóctona, de
los modelos estratégicos y
de la terapia comunicacional
y en red, y los integra
dando una relevancia al tema
cultural. Se trata de un
modelo que permite abordar
al individuo desde el
ángulo cultural y contextualizándolo
en el entorno
más próximo".
Así se realizan
terapias familiares, de
pareja, y grupales en las
que se les psicoeduca en los
procesos inherentes del estrés,
de la aculturación, de
la migración y de la reagrupación.
Al incorporar la
idea cultural se cuenta con
otra perspectiva del problema
y se buscan soluciones.
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